Como ya lo habíamos visto anteriormente, el hombre busca encontrar en las edificaciones un sentido de permanencia, así como dejar un legado para la posteridad. En el caso de las construcciones temporales, su propósito es embellecer un espacio por cierto tiempo, y algunas de ellas terminan convirtiéndose en permanentes, incluso en emblemas del sitio donde se encuentran.
El Palacio de Bellas Artes de San Francisco, en California, Estados Unidos, se construyó específicamente para la Exposición Internacional Panamá-Pacífico del año 1915. Diseñada por Bernard Maybeck, el Palacio estaba inspirado en las culturas y arquitectura griega y romana.
En dicha exposición había en total 9 edificios temporales, los cuales serían derribados al término de dicho evento; sin embargo, la Liga de Preservación del Palacio se opuso a la demolición de esta construcción. Así, hasta el año de 1964, el Palacio fue utilizado como estación de bomberos, central telefónica e incluso como aparcamiento para jefes de estado de la ONU.
En el año de 1964 se remodeló, reduciéndolo a su estructura metálica, para poder reconstruirlo con materiales más ligeros, al tiempo que más resistentes y durables, respetando todos los detalles de su construcción original.
Por otra parte, el Pabellón de Alemania, en Barcelona, España, fue creado por el arquitecto Ludwig Mies van der Rohe, por lo que al pabellón se le conoce simplemente como “el Pabellón de Mies”. Su destino era mostrar temporalmente el avance arquitectónico, la modernidad y la vanguardia de la República de Weimar, Alemania, después de la Primera Guerra Mundial en la Exposición Internacional de Barcelona, del año 1929.
Está inspirado en los colores de la bandera alemana, con mármol blanco, mármol negro, cristal y mobiliario reducido a algunas sillas, sillas con el modelo conocido como “sillas Barcelona”.
Al final de la exposición, esta obra arquitectónica se conservó para convertirse en un ejemplo de arquitectura moderna, aunque no en el mismo lugar, sino que todos sus materiales y piezas fueron desmontados, para ser reubicados en otro espacio. Actualmente el pabellón es utilizado para exposiciones y actos públicos.
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