Ya sea por fechas especiales, días feriados, conciertos, campañas políticas, para deportes o cualquier tipo de situación que lo amerite, en cada ciudad se hace uso de escenarios para albergar eventos multitudinarios. En ellos se busca practicidad, funcionalidad y seguridad.
Una de las ventajas es contar con escenarios temporales, pues estos se pueden montar fácilmente, hacer uso de ellos y enseguida llevar al siguiente punto donde se requieran. El desmontaje es aún más rápido que el montaje, lo cual los hace sumamente prácticos.
Para que un escenario desmontable aporte una buena experiencia, este deberá tener un buen acabado, espacio para colocar los accesorios y complementos, y la facilidad para manipularlos.
Los materiales con los que se elaboren deben ser ligeros y resistentes, de alta calidad, además de ser fáciles de usar para su montaje. Con resistentes nos referimos a que soporten suficiente peso sin riesgo de que ocurra algún accidente, siempre y cuando no se rebase la capacidad de kilos que pueda soportar.
Entre las características adicionales con las que cuentan algunos escenarios están la pintura antideslizante o superficies antiderrapantes y los que son a prueba de fuego.
Los sistemas de andamios, escaleras y barandillas contarán con un buen reforzamiento, además de ser versátiles para poder colocarlos donde sean requeridos. Las superficies planas serán las mejores para este tipo de estructuras, pues al no contar con desniveles serán más seguras y fáciles de montar.
Los materiales más usados en este tipo de estructuras son el aluminio, el acero y el hierro. En algunos casos, para las tarimas, se hace uso de madera. En todos los casos, deben ser resistentes al clima.
El uso de escenarios desmontables permitirá una optimización en la calidad, rapidez y recursos para los eventos en los que se espera una gran asistencia.